Un compendio de los atractivos que ya percibió Homero en el navegar sin fin de Ulises, lo que le llevó a convertirse en la isla de turismo exclusivo que es hoy, es la Isla de Djerba. La situación geográfica entre el Mediterráneo, el Sáhara y Atlas, hizo que estas tierras fueron deseadas por los fenicios, griegos romanos, otomanos, corsarios y turcos y en un futuro “La guerra de las galaxias” y hoy día se pueden visitar los decorados de ésta mítica película.

En estos decorados es donde comienza mi recorrido por Túnez, porque  la atracción por visitar  donde se rodó la Guerra de las Galaxias, situados en OUNG EL DJEMEL, (significa lugar en mitad del desierto) por George Lucas, que buscaba otro planeta dentro de este planeta.  El desierto del Sahara ha sido el escenario principal de varias películas y se puede reconocer en varios episodios de la saga de George Lucas: Una nueva esperanza (IV), La amenaza fantasma (I), El Ataque de los clones (II) y La venganza de los Sith (III).
La aldea de Tataouine inspiró y dio origen a Tatooine, el planeta ficticio de Anakin Skywalker.

Nuestro recorrido fue en 4x4 y tuvimos una tormenta de arena, que no se veía más de un  palmo, impresionante. Finalizamos la jornada con una exótica cena en una jaima a 100 metros de estos decorados.

El Próximo destino puede ser a los Oasis de montaña, en Chebika. Aquí se puede visitar el Oasis nacido en la garganta del Atlas, donde se encuentra el antiguo pueblo bereber. Para descubrir la Gran Cascada hay que dirigirse a Tamerza, y finalizar el recorrido en el pueblo de Mides y contemplar el gran cañón. Conocido como el “Cañón de Star Wars” donde R2D2 es capturado por los jawas.

También podemos descansar en el oasis de Tozeur, donde hay extraordinarios hoteles y  disfrutar de una cena espectáculo  en el corazón del oasis.

Las datileras dominan el paisaje en los oasis de Chott Djerid. El oasis de Qibili cuenta con cerca de 800.000 palmeras y el de Tawzar con 400.000

Lawrence de Arabia tenía bien claro por qué le fascinaba el desierto, porque “está limpio”, todas las emociones se disparan cuando se pisa el desierto del Sahara, el de mayor extensión del planeta. El mar de arena tunecino comienza al sur de la moderna y acogedora ciudad de Douz y cruza 500 km. tunecinos hacia el suroeste. Aquí empieza la tierra de los bereberes, los nómadas que introdujeron los camellos en Túnez  en el siglo IV y que siguen habitando las arenas.

Se puede recorrer del desierto en quad, kart-croos o en 4x4, pero lo que no deja de llamar la tención al viajero es el camello, un transporte cotidiano aquí y una experiencia exótica para quienes lo prueban por primera vez. Una advertencia, cuidado al subirse al camello y ponerse en pie; lo mismo que la bajada del camello, es lo más difícil, pues hay que agarrarse fuertemente, para no salir despedido.

El siguiente objetivo del viaje es la Isla de Djerba, desde Adjim el transbordador le llevará a tierra firme hasta el pintoresco oasis de Gabés.
La Isla de Djerba es uno de los destinos más elegidos por los turistas que visitan la región, dado a su clima agradable y sus atractivas playas. En la isla podemos visitar algunas mezquitas, hay cerca de 200; las ferias y el puerto de Houmt Souk, su capital; y la sinagoga de la Ghriba.

También la isla de Djerba albergó varios decorados de Star Wars: allí se situó la vivienda de Obi Wan Kenobi, el Muelle de embarque 94 y la cantina del puerto espacial de Mos Eisley, en la que Luke conoce a Han Solo, protagonizado por Harrison Ford.
Y, llegamos al final de este recorrido por Túnez en  esta isla de ensueño y de película, nunca mejor dicho.

DATOS PRÁCTICOS:
Oficina de turismo de Túnez
http://www.turismodetunez.com/