La ciudadela de Roses propone un paseo por 25 siglos de historia.
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Primavera es la época ideal para recorrer el principal atractivo turístico-cultural de esta bella localidad de la Costa Brava y todos los fines de semana hay visitas guiadas

Una espectacular fortaleza militar da la bienvenida a los visitantes de Roses. Se trata de su Ciudadela, con 17 hectáreas de itinerario bien señalizado que permiten recorrer 25 siglos de historia, pasando por civilizaciones como la griega y la romana o épocas como la Edad Media, que dejaron su sello en la joya artística de esta localidad de la Costa Brava, agazapada en una majestuosa bahía. Ahora que aún no aprieta el calor veraniego es el momento ideal para pasear por ella y descubrir sus muchos encantos. En especial los fines de semana, con las visitas guiadas.

     Nada más llegar a Roses, el visitante se encontrará a la izquierda con un impresionante baluarte militar de estructura pentagonal: la Ciudadela. De estilo renacentista, con una monumental Puerta del Mar –como es conocida su entrada– fue construida en el siglo XVI por orden de Carlos I, fundador de la Casa de Austria, para proteger la villa y su puerto de los ataques por mar; tanto de franceses como de los temidos corsarios, mercenarios dedicados a los saqueos durante la Edad Media.

     Esta Ciudadela es un gigantesco museo al aire libre declarado Conjunto Histórico Artístico en 1961 que da cobijo a joyas de gran valor arqueológico y supone un paseo por 25 siglos de historia, desde el IV antes de Cristo hasta nuestros días. Gracias a él se pueden seguir los pasos de las grandes civilizaciónes que marcaron la vida de esta localidad, como la griega y la romana, o la importante huella medieval.

     La fortaleza está abierta al público todo el año y su horario de primavera, hasta el 31 de mayo, es de martes a domingo, de 10.00 a 18.00 horas, aunque en Semana Santa –del 10 al 17 de abril– se prolonga hasta las 20.00. La entrada cuesta 4 euros y es gratuita para los menores de 16 años. Pese a disponer de paneles informativos en siete idiomas, lo mejor para conocer todos sus detalles es aprovechar las visitas guiadas de una hora que se realizan los sábados y domingos. Hay tres diarias, a las 12.00, 17.00 y 18.00, con un precio de 5 euros –entrada más visita– excepto los menores de siete años.

     El recorrido arranca con la zona griega, pues a sus colonizadores se debe la fundación de la localidad a principios del siglo IV a.C, denominándola Rhode. De esta época se conservan restos del barrio helenístico, con talleres de cerámica y metales. El circuito prosigue con los vestigios de una zona artesanal romana, de los siglos II a VI, donde destaca una factoría de salazón. También se ubica muy cerca una necrópolis paleocristiana.

     La Edad Media marcó la historia de este lugar, dejando como principal testimonio el monasterio románico lombardo de Santa María, fundado en el siglo XI por monjes benedictinos. Su estructura mejor conservada es el ábside central de la iglesia, reconstruido en el siglo XX. Igualmente reseñables son los restos de un casco urbano fortificado medieval.


     Con el devenir de los siglos, Roses fue aumentando su importancia como centro comercial y lo que era una zona civil se fue transformando cada vez más en militar. Sobre todo desde que en el siglo XVI el rey Carlos I mandó construir la Ciudadela fortificada, un recinto que pasó a acoger cuarteles. Así fue evolucionando siglo tras siglo, guerra tras guerra, hasta las últimas napoleónicas. Los franceses, que la ocuparan durante unos seis años, se retiraron en 1814 dejándola semiderruida.

     Las tropas españolas tomaron parte de la fortaleza que reconvirtieron en un pequeño baluarte, utilizado como batería de costa hasta 1915. Un año después, el Ministerio de la Guerra decidió traspasar los restos de la Ciudadela al ayuntamiento de Roses, condicionándolo a urbanizar el solar. Las obras de demolición empezaron por el baluarte de Santa María hasta que la Guerra Civil las paralizó. A finales de los años 50 se reanudaron pero las excavaciones hicieron aflorar restos arqueológicos.

     En 1961, arqueólogos e historiadores lograron que la antigua fortaleza militar fuera declarada y protegida como Conjunto Histórico Artístico, descubriéndose en 1963 los restos del barrio helenístico que probaban los orígenes de la griega Rhode. Y a partir de 1986 se inició la reconstrucción, que en 2004 abrió ya como museo.

     Además del parque arqueológico visible al aire libre, la Ciudadela acoge un museo que explica la historia de la localidad a partir de siete áreas temáticas: Orígenes, Colonia Griega, Roma Imperial, Baja Romanidad, Medieval, Moderna y Contemporánea. Y un audiovisual de unos diez minutos complementa este milenario viaje por el tiempo.

     En verano, la Ciudadela de Roses cobra una nueva dimensión artistico-turística transformándose en uno de los escenarios del festival musical Sons del Món (Sonidos del mundo), que llega a su 10ª edición y acogerá diversos conciertos, entre ellos el de Tom Jones.

 
  Sobre Ayuntamiento de Roses


La localidad gerundense se encuentra a un paso de Francia, a 65 kilómetros de Girona y a 160 de la Ciudad Condal que permiten que este municipio se convierta en una opción de escapada. `Autèntic Roses´ es la marca por la que apuesta Roses para a dar a conocer sus recursos turísticos como la fuerte tradición vitivinícola, los cimientos con más de 3.000 años de historia, el turismo familiar, náutico y de pesca, sus calas y playas, parques naturales y rutas de senderismo y gastronomía aptos para todos los públicos.


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