Vilnius (capital de Lituania) la Jerusalén del Norte.
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Lituania es el país más grande de las repúblicas bálticas, cuyo territorio es de 65.300 Km. cuadrados de extensión, formado por llanuras fértiles y salpicadas por numerosos lagos, siendo el país con más lagos de Europa.

Empezamos esta visita por su capital Vilnius, que es una ciudad con alma, en un lugar con encanto donde sus gentes son amables, es imposible visitar Vilnius  sin sentir su espíritu y sin haber sido cautivado por su belleza, misterio y magia, ya que tiene uno de los mejores cascos antiguos mejor conservados de Europa del Este, con una mezcla de estilos arquitectónicos, y que pertenece al Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.


También es una ciudad barroca entre dos civilizaciones antiguas: la latina y la bizantina. Vilnius recibió el nombre de la Jerusalén del Norte, gracias al trabajo de Gaon Elijah ben Solomon Zalman de Vilnius (1720-1797), el corazón histórico de Vilnius  se encuentra en los alrededores de la plaza de la Catedral donde se encuentra la Catedral de San Estanislao y San Ladislao, es el templo católico más importante de Lituania, en ella está el Mausoleo de los Soberanos, situado bajo la capilla de San Casimiro, y contiene los restos del Gran Duque de Lituania y el Rey Alexander de Polonia, la cripta data de los siglos XIII-XV, decorada con frescos pintados en el siglo XIV.

Entre la Catedral y el Campanario hay una loseta mágica, desde este punto en 1989  se extendió una cadena de personas hasta Riga y Tallín (595 Km de largo) en un intento de comenzar la batalla por la independencia. Conseguido este sueño el 11 de marzo de 1990, la leyenda dice que se puede conseguir los sueños y deseos si uno se coloca sobre esta loseta y gira sobre si mismo.

Delante de la puerta de entrada a la Catedral, se encuentra el monumento al Gran Duque lituano Gediminas que fue realizado por el artista lituano-americano Vytautas Kasuba.

Se podrá disfrutar de una vista impresionante de la ciudad desde  el Castillo de Vilnius que se mencionó por primera vez en 1323 en el tratado que firmó Gediminas con la ciudad de Riga. En la actualidad se ha reconstruido una parte del castillo. La torre de Gediminas, uno de los símbolos de la ciudad, ha sido la que mejor se ha conservado, ahora alberga un museo. Para llegar al Castillo Alto y a la Torre de Gediminas se hará a pie o en funicular desde el patio del Museo Nacional.


Desde la torre Gediminas se contempla una maravillosa vista del Vilnius y de la calle Pilies, la cual la visitamos seguidamente después de bajar del castillo, esta calle Pilies es la más antigua y flamante del Centro Histórico de Vilnius, donde nobles y nuevos ricos construyeron sus casas en esta calle. La universidad de Vilnius ocupaba un barrio de la ciudad  junto a la calle Pilies y los profesores solían vivir aquí. La calle se distingue por su variedad arquitectónica, los números 12 y 14 son edificios góticos, el número 4 es un edificio renacentista y la fachada de la iglesia de San Juan es Barroca.

Ya que hablamos de iglesias en Vilnius hay muchísimas y muy variadas, la iglesia de Santa Ana es una obra maestra del Gótico tardío, la leyenda popular cuenta que Napoleón Bonaparte quedó fascinado con la belleza de la iglesia, que se la quiso llevar a París en la palma de la mano, bien es cierto que Napoleón mencionó en una carta a su mujer que “Vilnius es una ciudad muy bella”….

La Iglesia de San Bernardo con la suave composición de la fachada y el frontón renacimiento del siglo XVII; iglesia de la Santa Madre de Dios, iglesia de San Casimiro es la primera iglesia barroca de Lituania,  iglesia de Santa Teresa, iglesia Ortodoxa del Espíritu Santo,  iglesia de San Nicolás y, por último, queda la Puerta de la Aurora, pero me dirán que no es una iglesia, es cierto en parte, la primera mención de la puerta de la Aurora uno de los símbolos de Vilnius, data de 1514, y esta puerta era el muro de defensa de la ciudad, hoy en día está asociada con una casa de oración .En el siglo XVII se construyó una capilla de piedra y se llevó un cuadro milagroso de la Virgen María, siendo venerado por los católicos, los ortodoxos y los uniatas, católicos de rito oriental.

Visitamos ahora la Universidad de Vilnius que es una de las universidades más antigua de Europa del Este, fundada en 1579 donde los jesuitas se hicieron cargo de la educación. El antiguo edificio de la Universidad alberga ahora la parte administrativa y tres facultades: la de Historia, la de Filología y la de Filosofía, también hay una biblioteca fundada en 1570, que contiene mas de cinco millones de publicaciones y de antiguos manuscritos. Una de las partes más pintorescas de la Universidad es la Iglesia de los Santos Juanes y su campanario, se terminó en 1426 de estilo gótico. El campanario tienes 68 metros de altura y es de los edificios mas altos del centro histórico.


No podemos dejar Vilnius si visitar el barrio de UZUPIS, este barrio aparece mencionado en documentos históricos en el siglo XVI, era el suburbio más pobre de la ciudad, habitado principalmente por artesanos. En la época soviética Uzupis fue abandonado, con el tiempo los artistas se asentaron en casas baratas de Uzupis, y se ha convertido en la República de los artistas, tienen su propio himno, su constitución, su presidente, su obispo, dos iglesias, un cementerio, siete puentes que le unen a Vilnius (ya que  Uzupis significa “tras el río” y un guardián (el angel de Bronce).

Así es normal que uno de los símbolos de Uzupis sea una sirena de bronce, donde la sirena ocupa  un lugar especial en el embarcadero del rio Vilnia. La constitución de esta república está expuesta en una valla al principio de la calle Paupio. Si están el 1º de abril en Lituania, la visita es obligatoria a esta República porque es el día de la república, donde hay que pasar la Aduana, donde se les exigirá pasaporte, pero sobornando al aduanero pasará a visitarla. A mi, personalmente, la visita a este barrio me causó una grata sorpresa y admiración por todo lo que descubrí


Después de esta visita por la ciudad de Vilnius, compruebo que me quedan mucha más cosas que contarles, pero creo que es mejor descubrirlas uno mismo.

Dejamos Vilnius  impregnados por su encanto, su misterio y su magia. No digo adiós, sino hasta siempre VILNIUS.