Lugar para el descanso corporal y espiritual en el Hotel Spa Convento Las Claras de Peñafiel
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Hotel Spa Convento Las Claras, descanso a cuerpo de Rey. 


El antiguo convento de las Hermanas Clarisas, en Peñafiel, con su laberinto de pasillos, escaleras, rincones y estancias, alberga hoy, tras sus paredes del siglo XVII, un lugar para el descanso corporal y espiritual con las comodidades de un gran hotel gracias a un proyecto que ha sabido unir y respetar las señas de identidad del antiguo centro de clausura y que, desde el año 2011, cuenta con su propia bodega en plena Ribera del Duero. 


Peñafiel, corazón de la Ribera de Duero, alberga hoy un establecimiento que combina el descanso, el bienestar y el disfrute de los atractivos de la comarca: el Hotel Spa Convento Las Claras, que se une a la historia, cultura y monumentos de la localidad, como el Castillo medieval, el Museo del Vino o la Plaza del Coso.


El proyecto de rehabilitación del Convento, construido en 1606, ha conseguido mantener su estructura original. Las vidrieras, artesonados, sillares, la viguería de madera y las techumbres abovedadas complementan y enriquecen este hotel cuya disposición se desarrolla en torno al Gran Claustro, hoy cubierto con una cúpula de cristal, acondicionado como sala de estar que actúa como distribuidor. 


La rehabilitación transformó las antiguas celdas de las religiosas en 64 confortables habitaciones (diez de ellas dobles magnum y dos suites) decoradas con maderas nobles, en tonos claros y equipadas con todas las comodidades como TV, aire acondicionado individual, minibar, teléfono, conexión a Internet o caja de seguridad. Algunas de las estancias ofrecen espectaculares vistas al Castillo de Peñafiel y la Judería. 


En homenaje a la cultura vitivinícola de la comarca, diferentes tipos de uva dan nombre a sus tres salones: Garnacha, con capacidad para albergar hasta 120 personas; Cencibel, con salida a la terraza y capacidad para 160 personas; y Albillo, para 152, acondicionado también para discoteca. Además, el Salón Chimenea, que cuenta con una pequeña biblioteca, permite la celebración de reuniones más selectas y privadas, de hasta ocho personas. 


Otra de sus estancias destacadas para la celebración de actos es el Gran Claustro, pieza central del Convento que conserva íntegra su estructura de piedra caliza. Coronado por una moderna cúpula acristalada, permite la utilización de este espacio como salón social acondicionado para tener un encuentro informal, tomar un café, leer un libro o como lugar de espera. Un enclave que permite, gracias a la luz que entra a través de la cúpula, la tranquilidad y la paz que transpiran sus paredes, disfrutar de un momento de relax y descanso.


Cocina joven y vanguardista.


Uno de los aspectos más destacados del Hotel Spa Convento Las Claras es su gastronomía gracias a un joven equipo de profesionales que conforman el Restaurante Conde Lucanor, situado en la antigua Capilla de clausura, donde cuidan los detalles y sorprenden a través de sus platos, exponentes de la cocina vanguardista con toques tradicionales, tanto por la unión de sabores y texturas como por la excelente presentación. 


Un regalo para el cuerpo.


En un lugar que invita al descanso y la paz del alma no podía faltar el deleite para el cuerpo a través de su spa Sólo Sentidos. Equipado con sauna, bañera de hidromasaje, baño turco, duchas escocesas, piscina con hidromasaje y cabinas de masaje, ofrece diferentes programas de relax, terapias y tratamientos que ayudan a conseguir salud y bienestar, que el cliente puede disfrutar, además, mientras degusta las infusiones y zumos que se ofrecen en el spa. 


El creciente interés que manifiestan los clientes en torno a la cultura del vino en todas sus vertientes ha llevado al Hotel – Spa Convento las Claras, a incluir entre su carta de servicios en el Spa, tratamientos de vinoterapia.


Esta nueva forma de concebir el turismo hace que los clientes no sólo se conforman con degustar vinos de calidad, sino que desean vivir experiencias entorno a ellos asociando sus momentos ocio y relax a la cultura del vino. El vino ha traspasado los límites de la gastronomía y se ha convertido en una estupenda terapia de salud y belleza: la vinoterapia.


Un completo tratamiento de vinoterapia puede comenzar con una exfoliación completa para preparar la piel, para que cuando se realice el masaje y la envoltura, penetren mejor las propiedades antioxidantes de la uva que llevan incorporados los productos del Spa Sólo Sentidos, y de esta forma ayudar al rejuvenecimiento, tonificación e hidratación corporal y facial.


Además dentro del tratamiento de vinoterapia se incluye un masaje con aceite de semilla de uva con el fin de liberar la tensión muscular. Y  para terminar una bañera de hidromasaje a base de espuma con polifenoles de vino que ayudará relajar cuerpo y mente.


Cuna del buen vino.


Peñafiel es en sí otro de los reclamos que complementan los atractivos del Hotel Spa Convento Las Claras. Morada de reyes y nobles, encrucijada de caminos y culturas, es hoy cuna de la cultura del vino de la D.O. Ribera del Duero. Los clientes del hotel podrán disfrutar además de monumentos tan destacados como el Castillo medieval, que alberga hoy el Museo del Vino; la plaza del Coso, lugar donde se celebran desde la Edad Media los festejos taurinos; o las instalaciones en la cercana localidad de Curiel de Duero de la Bodega Convento de Las Claras, con la que el establecimiento ha completado el círculo de su oferta enoturística: alojamiento de máxima calidad en su hotel, vanguardia y tradición gastronómica en su restaurante, tratamientos de relax en su spa y, desde hace poco más de un año, visitas a su propia bodega, donde se podrán celebrar también pequeñas reuniones de empresa, comidas y pequeños eventos.


Bodega Convento de Las Claras se asienta sobre dos pilares fundamentales. Por un lado, la gran calidad de un viñedo con más de 90 años, distribuido por la ribera burgalesa del Duero, dedicado única y exclusivamente a la variedad autóctona de la zona, la uva tempranillo. Sin olvidar la adquisición de un parque nuevo de barricas de roble francés en su mayoría. En este sentido, cabe destacar que el primer vino elaborado por la bodega, un joven roble elaborado a partir de la cosecha 2011, ha alcanzado los 93 puntos Parker en la guía The Wine Advocate, lo que da buena cuenta de la seriedad de este proyecto enológico.


El reto, por tanto, es la elaboración de vinos de alta calidad que expresen la naturaleza y personalidad de cada uno del terroir que, objeto de la investigación y de la experiencia de muchos años, representa la grandeza de la Ribera del Duero.


La conjunción de suelos únicos (franco-arcillosos, arcilloso-arenosos y franco-calcáreos), viñas viejas de Tempranillo, el clima de la Ribera de Duero y el minucioso trabajo en el viñedo, a lo largo de los años, dan como resultado uvas de calidad excepcional que son tratadas en la bodega con el mayor mimo posible, con el fin de extraer todo su potencial enológico.



Información y reservas: 983 878 168

www.hotelconventolasclaras.com