SALUTACIÓN: La fiebre del oro de los hoteles
Hoteles - Hoteles con encanto


Hay una lección que podemos aprender de la fiebre del oro: no todos los que participaron en ella encontraron su fortuna


La fiebre del oro, aquella loca carrera del siglo XIX en la que miles de personas se lanzaron a buscar fortuna en los yacimientos californianos, tiene un curioso paralelismo en la actualidad: la fiebre de los hoteles en España. Al igual que los buscadores de oro de antaño, los inversores hoteleros de hoy están en una carrera frenética, pero esta vez para adquirir propiedades y desarrollar nuevas instalaciones hoteleras a lo largo y ancho de nuestro país.


Durante la fiebre del oro, individuos de todos los rincones del mundo se desplazaron a California con la esperanza de hacerse ricos de la noche a la mañana. De manera similar, España está viendo cómo inversores de diversos lugares desembarcan con la expectativa de cosechar grandes beneficios en el floreciente mercado hotelero. Según el informe de Colliers sobre la inversión hotelera en el primer semestre de 2024, España ha atraído una inversión de 1.600 millones de euros, situándose solo por detrás de Estados Unidos en términos de inversión global en el sector hotelero.


Este fenómeno no es un mero capricho. La fiebre de los hoteles tiene su base en un crecimiento sostenido del turismo y en las favorables condiciones económicas y políticas que ofrece España. Mientras que la fiebre del oro estaba alimentada por historias de grandes pepitas encontradas en arroyos y montañas, la fiebre hotelera se sustenta en la promesa de un flujo constante de turistas ansiosos por disfrutar del sol, la cultura y la gastronomía española. De hecho, el boom de la inversión no discrimina: abarca desde lujosos hoteles de cinco estrellas hasta establecimientos de bajo coste, buscando atender a una amplia variedad de perfiles de viajeros.


Entre los principales actores de esta fiebre hotelera destacan grandes nombres como Hyatt, Hyatt Regency, Grand Hyatt, Travelodge, Vincci Hoteles, VP Hoteles, Hesperia y Hyatt Centric. Estas cadenas están expandiendo su presencia en España, conscientes del potencial que ofrece el mercado. La apuesta no es solo por Madrid y Barcelona, sino también por destinos menos tradicionales que están captando la atención por su encanto y atractivo turístico.


La fiebre del oro, con su mezcla de promesas de riqueza y la realidad de arduas jornadas de trabajo, puede parecer lejana, pero en el fondo no es tan diferente de la fiebre hotelera que estamos presenciando. Ambos fenómenos están impulsados por la esperanza y la visión de futuro, aunque en contextos muy distintos. Mientras que los buscadores de oro enfrentaban la dura naturaleza californiana, los inversores hoteleros deben navegar un mercado competitivo y en constante cambio.


Sin embargo, hay una lección que podemos aprender de la fiebre del oro: no todos los que participaron en ella encontraron su fortuna. La fiebre hotelera en España no está exenta de riesgos. La saturación del mercado, la fluctuación de la demanda turística y las posibles crisis económicas son factores que pueden influir en el éxito de estas inversiones. Pero, por ahora, el panorama es optimista y la carrera por desarrollar y adquirir nuevos hoteles sigue a toda velocidad.


Y, quién sabe, quizás dentro de unos años recordemos esta época con la misma fascinación que hoy tenemos por la fiebre del oro. Con un poco de suerte y una buena estrategia, los inversores hoteleros podrían encontrar su propia “pepita de oro” en el dinámico mercado español. Hasta entonces, seguiremos observando con interés esta fiebre moderna, esperando que traiga consigo prosperidad y desarrollo para nuestro país.


La fiebre de los hoteles es el nuevo Dorado, y España es el escenario de esta apasionante búsqueda de oportunidades. ¿Quién necesita una pala y un tamiz cuando se tiene una buena inversión y un sólido plan de negocio? La historia se repite, solo que esta vez, en lugar de oro, estamos hablando de ladrillos, cemento y mucho, mucho confort.


ALEX CARRASCO

Director de comunicación y estrategia de The Apartment Strategic Communication