Sensaciones por descubrir

Nuestra primera visita empieza en la Ermita de San Pedro de Tejeda que se encuentra en el pueblo de Puente-Arena, considerada como una de las obras de mayor importancia del arte románico burgalés. 

La ermita se localiza a las afueras de la población, al pie de la Sierra de Tesla. Se construye en el siglo IX, junto con el monasterio, ya desaparecido.

Tanto en su portada como en sus numerosas ventanas, capiteles y canecillos se concentra una abundante y representativa escultura. Destacan por su sencillez y elegancia los relieves. También los canecillos que sustentan las cornisas del ábside y las fachadas poseen un variado repertorio iconográfico, en el que sobresalen los temas lúdicos y eróticos.

Dejamos esta preciosa ermita y nos dirigimos a Puentedey, donde encontramos el enorme arco natural horadado en la roca por el río Nela, siendo una de las imágenes más pintorescas de la provincia. La leyenda nos dice que su creación fue atribuida por los antiguos pobladores a la mano divina, de ahí su nombre “puente de dios” que derivó al topónimo Puentedey. Hay que pasar por debajo de él hasta la otra parte por el cauce del río Nela.

Nos encaminados a Espinosa de los Monteros, siendo este municipio uno de los mejores conjuntos históricos artísticos burgaleses. La villa de Espinosa de los Monteros está invadida por escudos nobiliarios por los cuatro puntos cardinales, su inestimable riqueza heráldica es el mejor testimonio de su riqueza histórica, a lo largo de todo el recorrido nos encontraremos con dos museos, el Monteros del Rey y el Museo Etnográfico Cuatro ríos Pasiegos.

En el Museo Monteros del Rey, dos salas están basadas en la historia de Espinosa: la Creación del Cuerpo Monteros del Rey en el año 1006 y la batalla de Espinosa de 1808. Hoy, aquella formación (Monteros del Rey) encargada de velar por el monarca se encuentra dentro de la Guardia Real como Compañía Monteros de Espinosa.

Una visita imprescindible en este viaje a las Merindades es la cascadas de Guarguero, (desde Espinosa Las Machorras) la zona es también conocida como kilómetro 21, porque hace tiempo allí estaba dicho punto kilométrico, es la carretera que sube al puerto de Estacas de Trueba,  muy cerca de este kilómetro se encuentra el salto de unos 10 metros de altura.

Y, nos encaminamos a Ojo Guareña Monumento Natural. Ojo Guareña es el nombre que recibe tradicionalmente el sumidero (el ojo) en el que desaparece el río Guareña para integrarse en el complejo de galerías que discurren bajo superficie. El complejo Karstico de Ojo de Guareña muestra perfectamente la evolución en altura de la red fluvial del valle, en superficie hace miles de años (primera boca del Guareña) hasta llegar al sexto nivel, el actual, 150 metros por debajo del primero. 

Este complejo kárstico es uno de los mayores de Europa. Con más de 100 km de galerías subterráneas, existen varias entradas a este complejo, pero sólo dos son visitas autorizadas y organizadas como la ermita de San Bernabé y  la Cueva Palomera.

Cueva y Ermita de San Bernabé: Distancia 400 metros, dificultad baja, duración 45 minutos, recorrido Cueva – Ermita.

A la derecha de la cueva, nos encontramos con la sala del Ayuntamiento, utilizada como lugar de sesiones desde 1885 hasta 1924, en que se trasladó el Ayuntamiento a la localidad de Cornejo.

Tras acceder a la cueva se presenta una breve proyección donde se da una explicación de las Cuevas del Ojo Guareña. En su interior se visitan las Pilas del Santo y la galería de los Silos. Para terminar en la Ermita rupestre, con fachada de sillar al exterior, contiene esta ermita una talla de San Tirso del siglo XIII y unos curiosas pinturas murales en su bóveda natural, datadas en 1705 y 1877, que relatan los martirios de San Tirso y los milagros del Santo.

Para visitar la Cueva Palomera, en el recorrido corto, la distancia son 1.300 metros con una duración de 2,30 horas y la dificultad es media. Antes de comenzar el recorrido se facilita a todos los visitantes un casco con iluminación.

Hay todavía mucho que contar sobre las Merindades de esta zona norte de Burgos, lo dejaré para otro artículo, y ahora poder disfrutar de esta parte del recorrido.

Antonio Matas Vara

Director de Maskviajes