Descubra la Habana colonial
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Cuba la perla del Caribe. Descubrimos La Habana colonial. 


Federico García Lorca dijo “Si me pierdo, que me busquen en Cuba o en Granada” 

Cuba ejerce una especial y singular atracción a los españoles, el turista descubrirá el porqué de esta atracción que sin duda le abordarán en el camino: playa, sol, palmeras, sensualidad, música y gastronomía están vivos y   conjugados deparan un sinfín de emociones contradictorias.


Recibe el nombre de la Habana Vieja el tramo de ciudad comprendido entre la Bahía y el Paseo del Prado frente al Castillo del Morro. Es el barrio más visitado, en él están situados una multitud de edificiosde interés arquitectónico e histórico, formando el conjunto colonial más amplio de Iberoamérica con 900 edificios coloniales; Iglesias, palacios, fortalezas, casonas, conventos; calles estrechas, viejas casas con arcadas, balcones, portones de hierro forjado y patios interiores de gran interés histórico por eso  La UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad en 1981, por todo ello y por las callejuelas umbrías, calles con soportales, músicos en cada esquina y la humanidad de los cubanos. 

La visita a la capital la empezaremos por La plaza de la Catedral, saliendo de la Fortaleza y encaminándonos por la calle Mercedes, donde sus construcciones datan del siglo XVII, en el que se decidió su urbanización.


La Catedral fue levantada  en el año 1748 sobre una ermita, por orden del obispo salmantino Felipe José de Rés Palacio. Se trata de una de las más bellas iglesias del barroco americano, bajo la dirección de la Compañía de Jesús. Su amplio interior consta de tres naves y ocho capillas laterales. En ella reposaban los “supuestos” restos de Cristóbal Colón hasta su traslado a la Catedral de Sevilla. Está dedicada a la Virgen de Loreto.

Saliendo de la catedral a la izquierda se halla la casa de Lombillo, palacio construido en la primera mitad del siglo XVIII, colindante con éste edificio se encuentra el Palacio del Marqués de Arcos, también del siglo XVIII, es uno de los palacios mejor conservado de la arquitectura colonial española.

Enfrente de la catedral se alza el palacio de los Condes de Casa Bayona, se trata de una mansión reconstruida en 1720 por el gobernador de Cuba Luis Chacón, que alberga en la actualidad el Museo de Arte Colonial.

Encontrándose a la derecha, según se sale de la Catedral, el Palacio del Marqués de Aguas Claras siglo XVIII, y lo más atractivo de este palacio es el patio en el que hay, en el centro, una fuente rodeada de verde vegetación tropical y acoge a varias tortugas. Lo que ha dado el nombre a un restaurante que hoy día le alberga: “El Patio”.

A pocos pasos de la Plaza de la Catedral, en la calle Empedrado (se debe su nombre al hecho de ser una de las primeras calles en ser empedradas en la Habana) está la Bodeguita del Medio. En los recorridos siempre se encontrarán a algún grupo de música cubana



LA BODEGUITA DEL MEDIO.

Decía Hemingway My “daiquiri en Floridita y mi mojito en La Bodeguita”, pues hay que hacerle caso a Hemingway y tomarse un mojito, una bebida larga de ron, azúcar y agua con gas aromatizada con yerbabuena.

Ir a La Habana y no pasar por este establecimiento, es como no haber estado en la capital, La bodeguita tiene sus paredes llenas de grafitis, donde todo el mundo pone su firma, y, por supuesto, la mía también está, lo difícil será encontrarla de nuevo a la vuelta a Cuba. Además del famoso mojito, el restaurante es uno de los mejores en cocina criolla.

Desde aquí nos dirigimos a la Calle Obispo, eje principal de La Habana Vieja, es una calle bulliciosa, llena de tiendas de todas clases, músicos tocando en cada esquina y, sobre todo, poblada por la mezcla humana mas variopinta. En ella encontramos la Farmacia Taquechel y la Floridita donde Hemingway se tomaba el daiquiri, también está  el Hotel Ambos Mundos donde Hemingway se hospedaba, se visita la habitación que tenía dicho escritor la nº 511, en ella escribió el primer capítulo de “Por quién doblan las campanas”, antes de instalarse en la finca Vigía, donde hoy se ha constituido un museo dedicado a su persona. Cuando salía de la Floridita (con bastantes daiquiris en el cuerpo) se pegaba a la pared y recorría cincuenta metros hasta el hotel en línea recta.



De aquí en la Calle Tacón, entre Obispo y O’Reilly, está el Museo de la Ciudad, es el edificio más importante de la Plaza de Armas y tanto por su arquitectura como por su contenido merece una visita. Antiguo Palacio de los Capitanes Generales, fue residencia de las más altas autoridades de la Armada Española y Ayuntamiento. En su visita veremos el patio, al que se asoman las tres plantas de su arquitectura, de gran belleza, en el centro una estatua de Colón, en la planta superior se han reconstruido las dependencias 



Pasamos a la Plaza de Armas, que se abre a las Calles Obispo, O’Reilly, Tacón y Baratillo, siendo la plaza más antigua de la ciudad (1519), rodeada por los edificios: Palacio de los Capitanes Generales (Museo de la Ciudad), el Palacio del Segundo Cabo, Palacio de los Condes de Santovenia y el Castillo Real de la Fuerza, convertido hoy día en Museo de la Cerámica. 

Y queda otra plaza importante que es la Plaza Vieja fundada en 1584, Pero en esta, a diferencia de las otras plazas, no hay edificios religiosos ni públicos. En su lugar, casa y mansiones palaciegas de la élite colonial de la ciudad, rodeaban sus costados. La Casa de los Condes de Jaruco ha sido completamente restaurada y se eleva ahora como un ejemplo excelente de antigua mansión colonial.


Y para terminar la visita a La Habana Colonial, ver el Museo del Ron Havana Club, el museo está instalado en un « solar » renovado del siglo XVIII (una casa colonial urbana). El comienzo del tour queda marcado por una campana, y se sigue al guía por unos escalones de piedra. En el primer descansillo se presenta una vista de la tonelería, demostrando la habilidad necesaria para construir y preparar las barricas de roble dentro de las cuales se madurará el ron fino.

La visita al Museo del Ron de La Habana no es sólo un viaje de vuelta a los orígenes de la bebida más famosa de Cuba. Desde las cañas de azúcar recién cortadas a la rehabilitación de una destilería de viejas bodegas, el museo ofrece una experiencia en tiempo real del proceso de fabricación del ron, así como una prueba del sabor de la verdadera cultura cubana.


Cuando hayan terminado la visita al museo, les recomendamos que vaya al Havana Club Bar, contiguo al museo, no le defraudará ni la visita ni la degustación de este afamado ron

Cada cuál elige su Habana favorita la real o la soñada. El viajero español se queda, pese a todo, con  éste museo viviente que es La Habana vieja  ciudad anacrónica que no deja de sorprender a nadie, en otra crónica les describiré la otra Habana.

La Habana es mágica, conservadora, libertina, alegre, melancólica, oscura, rica y pobre. Esta ciudad no exige entendimiento, sólo pide que la disfruten. 

Encontrarse en Cuba perturba los sentidos con recuerdos del edén y queda en la memoria la esperanza del regreso. 


DATOS PRÁCTICOS:

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GUAMÁ  (Agencia de viajes especialista en viajes a Cuba)

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Antonio Matas Vara

Director de Maskviajes.