Seychelles, un paraíso en el siglo XXI
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Llamadas “El Jardín del Edén”




Bañadas por el Océano Indico, las Islas Seychelles forman un conjunto de 115 islas paradisíacas, de las cuales tan sólo 30 están habitadas.

Llamadas “El Jardín del Edén”, por su desbordante belleza y cubiertas por bosques tropicales. Son el autentico paraíso del siglo XXI.


La extensión de este archipiélago es de 1,3 millones de kilómetros cuadrados, con una vegetación selvática con especies únicas en el mundo como el “Coco de mar”, que sólo se encuentra en una de las islas, y según la tradición son la fruta  prohibida del paraíso.


Estos alicientes convierten a estas islas en paraísos naturales para el turista que busca escapar del ruido y el estrés de las grandes ciudades y perderse en kilómetros de playas vírgenes de finas arenas y sin nadie alrededor.


Redescubiertas hace 200 años por el capitán Nicolás Morphy, de la marina francesa, deben su nombre al gobernador de isla Mauricio, Vizconde Moreau des Seychelles, pese a que su autentico descubridor fue el navegante portugués Vasco de Gama, en uno de sus viajes hacia Asia.


Su particular situación a miles de kilómetros de la costa africana le convirtieron en un autentico “mundo perdido”, hay carencia de mamíferos terrestres hasta la llegada del hombre, con una flora y fauna únicas que evolucionaron en completo aislamiento.


Hoy día se ha convertido en una autentica reserva natural única en el mundo y declarada Patrimonio de la Humanidad.

Las poblaciones que se ha forjado en las islas son una mezcla de las razas africanas y la malgache en amalgama con los descendientes de los colonizadores ingleses, franceses, portugueses, asiáticos y de los esclavos que se trajeron para trabajar las islas hasta que abolida la esclavitud, permanecieron como ciudadanos de pleno derecho, junto a navegantes que recalaban en este jardín del Edén y eran incapaces de escapar al encanto de estos lugares. De toda esta mezcla ha dado origen a una población que combina la belleza, el exotismo y el ritmo.


Existe una leyenda en las islas que dice que “quien come el fruto del árbol del pan, regresará siempre”.

Esto le ha sucedido a muchos de los visitantes que siempre han vuelto y no han podido olvidar su estancia en este paraíso tras disfrutar de su naturaleza y del acogedor estilo de vida criollo, que baila el “montia” junto al fuego al son de los tambores autóctonos mientras cantan poesías.


La mejor manera de disfrutar de una estancia inolvidable en este paraíso es recorrer varias islas, saltando del avión al helicóptero o del trasbordador a la simple embarcación pesquera donde compartir una jornada con los pescadores nativos que capturan todo tipo de piezas en sus transparentes aguas.


Si bien es imposible explorar todas las islas hay que intentar no perderse conocer los menos las siguientes:


MAHE. Es la mayor y capital del archipiélago y su centro político y económico, con 152 kilómetros cuadrados y 905 metros de altitud. Sus acantilados y cumbres aparecen envueltos a menudo en ligeras neblinas, mientras en sus extensas playas resplandece un radiante sol.


En la zona alta hay densos bosques de orquídeas, de plantas medicinales, de zorros voladores-especie de murciélago gigante- que se alimenta de frutos tropicales y forman parte de la cocina típica, y especies de pájaros únicos en el mundo.


Victoria, la capital es una pequeña ciudad de 27.000 habitantes, llena de encanto y exotismo colonial, con un estilo de vida criollo, un bullicioso mercado y vendedores ambulantes que ofrecen su exótica mercancía-enormes peces espada recién sacados del mar y una gran variedad de frutas tropicales. Todo esto bajo la torre del reloj, copia del Big-Beng, de doble carillón.


La mayoría de los hoteles de Seychelles están en esta isla, hasta los más pequeños, dispersos por calas o junto a la capital. Hay 12 hoteles de lujo y 41 pequeños hoteles. Destacamos como impresionantes el hotel The Plantación Club Resort, en la bahía de Lazare, con playa privada y casino que ocupan los terrenos de unas antigua plantación de canela y vainilla. También en Mahé los hoteles Le Meridien Barbarons y Berjaya hotels y Resort, en paradisíacos enclaves, ofrecen hospitalidad, calidad y servicio al cliente exigente.


PRASLIN. A 37 kms de Mahé es la segunda isla en importancia. Cuando llegó por primera vez el francés Picault, la bautizó como la “isla de las palmeras”, impresionado por  su frondosa e increíble vegetación y en ella crece una extraña variedad de palmera, cuyo fruto llamado “Coco du mer”, ganó fama de afrodisíaco quizás debido a las formas singulares del tallo masculino y femenino: un falo y una pelvis.


Praslin es el prototipo de la perfecta isla tropical, rodeada de inmensas rocas que parecen esculturas de Henry Moore, incrustadas en un mar pleno de corales vivos, un tesoro de conchas y 900 especies de extraordinarios peces de vivos colores.


La mayor parte de la isla permanece como bosque “virgen” y  en el valle de Mai, además del Coco de mar creen orquídeas y habitan muchas especies de las aves más insólitas del planeta como los “loros negros”, únicos en esta isla.


La mayoría de los hoteles son pequeños, destacando el original La Reserve.

LA DIGUE. Una atmósfera de encanto y tranquilidad envuelve a esta isla solo accesible por barco o helicóptero y en la que apenas existen carreteras. 

Con un litoral salpicado de gigantescas rocas graníticas en las mismas playas, altas palmeras y playas interminables como la espectacular y característica “Anse  Source D´Argent”, es un lugar único, para el baño, para fotografiar y filmar exteriores en un paisaje único en el mundo.


ISLA SILHOUTE. Tercera isla por su tamaño, recibió el nombre en honor de un ministro francés del siglo XVIII. Es famosa porque en ella vivió el famoso pirata Hodoul-aun permanece la leyenda de que en sus entrañas hay riquezas ocultas-

No tiene carreteras. En ella solo hay un hotel con 12 bungalows y vistas al mar.

También se han encontrado tumbas árabes lo que hace pensar que estos conocían la isla antes que los navegantes europeos.


ALDABRA. Es otra isla Patrimonio de la Humanidad, en ella habitan cinco veces más tortugas gigantes que en las islas Galápagos. En realidad es un pequeño archipiélago formado por 13 islotes y en ella vive el último superviviente de los pájaros No voladores, junto a una enorme variedad de colibríes, pinzones, zosterops, palomas y la más grande reserva de reptiles que poblaron este paraíso.


Inaccesible hasta hace poco hoy posee una pequeña pista de aterrizaje y existe el proyecto de construir un pequeño hotel dependiente del Departamento de Conservación del Medio Ambiente 

LAS ISLAS PEQUEÑAS. Además de las citadas pertenecen al archipiélago otras islas como La Curiese, Parque Natural, a escasa distancia de Praslin, de exclusiva vegetación del “coco du mer” y poblada por algunas tortugas gigantes originarias del atolón de Las Aldrabas.


Las islas Felicité, Gran Soeur y petite Soeur, son ideales para el buceo y la pesca. La primera de ellas se alquila para familias o amigos que pueden vivir en casas con tejados de hojas de latanier y baño privado, televisión y cancha de tenis.


En Aride, la segunda isla más importante por su riqueza faunistica y botánica se dá un tipo de orquídea única en el mundo y se concentra la mayor colonia de golondrinas marinas del mundo.

Isla Fregale es la más aislada de las islas graní

ticas y en ella viven ejemplares del pájaro pío cantor.

Desde la capital Victoria, en la isla de Mahé se pueden hacer excursiones a otros 3 pequeños islotes, 

Cervi Island, St. Anne y La Ronde, en viaje se hace en pequeños barcos con el fondo transparente para disfrutar de la riqueza de sus aguas.


INFORMACION PRÁCTICA.

www.seychelles.travel


Oficina de Turismo de Seychelles en España-

Teléfono Madrid: 034 91 702 08 04

Apartado de Correos 82035.

28080 – Madrid.


Javier Franco.

Periodista miembro de Visión y Fijet.